Yo no tuve la fortuna de leer al momento lo que Marilyn Manson escribió sobre lo sucedido en la escuela de Littleton, sobre la cacería de brujas subsecuente, y lo que respondía a la maquina mediática que lo designó arbitrariamente la razón detrás de los tiroteos; culpable junto a los videojuegos, las películas y los libros. Toda forma de entretenimiento al que estos chicos recurrían fue señalado y puesto a juicio, práctica ahora acostumbrada y normal de la telecracia. Capaces de culpar de todo mal a una figura, ejercen su poder destructivo en contra del chivo expiatorio en turno. Lo tristemente paradójico, es que a pesar de culpar al entretenimiento, o mejor dicho, a ciertas formas de entretenimiento, al mismo tiempo, los medios, en tanto parte del show televisivo, convierten la tragedia ajena en una forma de entretenimiento a ser consumido, y en ese macabro proceso, convierten al espectador en cómplice de la mercantilización del dolor de los demás, en comprador del dolor hecho mercancía. Dolor que beneficia a los medios en sus ratings televisivos, en su tráfico de internet, pero que también beneficia a los políticos que señalan todo lo que está mal, que se solidarizan con las víctimas, que aprovechan para lanzar su plataforma que promete corregir todo aquello que permitió la tragedia; que beneficia a las iglesias que aprovechan para satanizar todo aquello, y recordarnos que la salvación está en la visita regular a tu parroquia y tu muy necesaria contribución monetaria. El sistema en su totalidad se beneficia porque al colgar culpas se restaura el orden y la tranquilidad de las buenas conciencias, se redirigen los odios reprimidos de la sociedad, no sólo permitiendo volver a la "normalidad", sino también creando una muy útil cortina de humo que desvía la atención de muchas contradicciones sociales que deberían estar en el centro mismo de los cuestionamientos.
Yo no tuve la fortuna de leerlo entonces, sin embargo, lo encontré ahora que cobra tanta relevancia a la luz de un nuevo tiroteo, esta vez en un cine que estrenaba una película con uno de los iconos más importantes del mundo del cómic. Mas cerca del mundo del entretenimiento no se puede estar. Por eso es importante revisar lo que se dijo entonces, revisarlo de verdad, porque como lo mencionan personas que han estado muy cerca de estas tragedias, ellas se han vuelto tan comunes que el ciudadano promedio es capaz de casi científicamente predecir cuando llegarán los medios, cuánto tardarán en asignar culpas, cuánto tiempo pasara antes de que los oportunistas intenten capitalizar en la tragedia, cuánto tiempo tardarán en comenzar los intentos de debate sobre el control de armas, pero principalmente, y esto es lo más triste de todo, pueden predecir con precisión cuánto tardarán en olvidarlo, en seguir con sus vidas sin que absolutamente nada haya cambiado.
A continuación está la traducción al español de aquel texto de Marilyn Manson. Al final pueden encontrar la liga al texto original en inglés.
Columbine: ¿De quién es la culpa?
por Marilyn
Manson
Es
triste pensar que las primeras personas sobre la tierra no necesitaron libros,
películas, juegos o música para inspirar el asesinato a sangre fría. El día que
Caín le reventó los sesos a su hermano Abel, la única motivación que necesitó
fue su propia disposición humana a la violencia. Ya sea que interpretemos la Biblia como literatura o
como la palabra última del Dios que sea, el Cristianismo nos ha dado una imagen
de la muerte y de la sexualidad sobre las que hemos basado nuestra cultura. En
la mayoría de los hogares y alrededor de nuestros cuellos cuelga un hombre
semidesnudo, y nosotros lo hemos dado por sentado toda nuestra vida. ¿Es un
símbolo de esperanza o desesperanza? El asesinato/suicidio más famoso del mundo
fue también el nacimiento del ícono de la muerte, el molde para la celebridad.
Desafortunadamente, dentro de toda su inspiradora moral, en ningún lugar de los
Evangelios se elogia a la inteligencia como virtud.
Mucha
gente olvida o nunca se da cuenta que yo comencé mi banda como una crítica a
esos mismos asuntos de desesperación e hipocresía. El nombre Marilyn Manson
nunca ha celebrado el triste hecho de que América pone asesinos en las portadas
de la revista Time, dándoles tanta fama
como a nuestras estrellas de cine favoritas. Desde Jesse James hasta Charles
Manson, los medios, desde su nacimiento, han convertido a los criminales en héroes
populares. Ellos acaban de crear dos nuevos héroes cuando cubrieron las
portadas de cada uno de los periódicos con las fotografías de esos idiotas de
Dylan Klebold y Eric Harris. No se sorprendan si cada chico que molestan tiene
dos nuevos ídolos.
Aplaudimos
la creación de una bomba cuyo solo propósito es destruir a toda la humanidad, y
crecimos viendo los sesos de nuestro presidente esparcidos sobre todo Texas. Los
tiempos no se han hecho más violentos, simplemente se han vuelto más
televisados. ¿Alguien piensa que hubo algo remotamente civil en la Guerra Civil? Si la televisión hubiera
existido, podemos estar seguros que habrían estado ahí para cubrirlo, o quizá incluso
participado en ella, como en la violenta persecución en auto de la Princesa Di.
Asquerosos buitres buscando cadáveres,
explotando, jodiendo, filmando y sirviéndolo a nuestros hambrientos apetitos en
una glotona muestra de estupidez humana sin fin.
Cuando
se trata de encontrar al culpable por los homicidios de la escuela en
Littleton, Colorado, lanza una piedra y le pegarás a algún culpable. Somos la
gente que se sienta y tolera que niños tengan armas, y somos los que nos
sintonizamos para observar los detalles al minuto de lo que hacen con ellas.
Creo que es terrible cuando
alguien muere, especialmente si es alguien que conoces y amas. Pero lo más
ofensivo es que cuando estas tragedias suceden, a la mayoría de la gente no les
importan mucho más de lo que les importa el final de temporada de Friends o The Real World. Estaba atónito mientras observaba a los medios
serpentear justo al centro de todo, sin perderse una sola lágrima,
entrevistando a los padres de chicos muertos, televisando los funerales. Entonces
vino la cacería de brujas.
El temor más grande del hombre es
el caos. Era impensable que estos chicos no tuvieran una simple y clara razón
para lo que hicieron. Así que se necesitaba un chivo expiatorio. Recuerdo haber
escuchado los primeros reportes desde Littleton de que Harris y Klebold usaban maquillaje
y se vestían como Marilyn Manson, a quien obviamente debían idolatrar ya que
iban vestidos de negro. Claro, la especulación se intensificó para hacer de mí
la imagen de todo lo que está mal en el mundo. Estos dos idiotas no usaban
maquillaje y no iban vestidos como yo o como goths. Ya que la
Media América no ha oído la música que sí escuchaban (KMFDM y
Rammstein, entre otros), los medios escogieron algo que creyeron era similar.
Reporteros responsables han
reportado con menos publicidad que Harris y Klebold no eran fans de Marylin
Manson y que incluso odiaban mi música. Aún si fueran fans, eso no les da una
excusa, ni significa que la culpa es de la música. ¿Acaso buscamos la inspiración
de James Huberty cuando le disparó a la gente en McDonald’s? ¿Qué le gustaba ver a Timothy McVeigh? ¿Qué hay
de David Koresh, Jim Jones? ¿Creen que el entretenimiento inspiró a Kip
Kinkel o debemos culpar al hecho de que su padre le compró las armas que usó en
los asesinatos de Springfield, Oregon? ¿Qué inspiró a Bill Clinton a explotar
gente en Kosovo? ¿Fue algo que le dijo Monica Lewinsky? ¿Acaso matar no es
matar, sin importar si es en Vietnam o Jonesboro, Arkansas? ¿Por qué
justificamos uno sólo porque parece ser por las razones adecuadas? ¿Debería
alguna vez haber una razón adecuada? ¿Si un chico es suficientemente mayor para
manejar un auto o comprar un arma, no es lo suficientemente mayor para ser
considerado responsable de lo que hace con su carro o su arma? ¿O si es un
adolescente, deberíamos culpar a alguien más ya que él no es tan ilustrado como
una persona de 18 años?
A América le encanta encontrar a
un ícono al cual colgarle su culpa, pero, ciertamente, he asumido el rol del Anticristo;
soy la voz de la individualidad de los Noventas, y la gente tiende a asociar a
cualquiera que luzca y se comporte de manera distinta con actividades ilegales
o inmorales. En el fondo, la mayoría de adultos odian a la gente que va a
contracorriente. Es gracioso que la gente sea suficientemente ingenua como para
olvidarse de Elvis, Jim Morrison y Ozzie tan rápidamente. Todos ellos fueron
sujetos a los mismos argumentos milenarios, al escrutinio y prejuicio. Yo
escribí una canción llamada “Lunchbox” (lonchera) y algunos reporteros la han
interpretado como una canción sobre armas. Irónicamente, la canción habla sobre
mi lonchera de Kiss que usé como arma en el patio del recreo para defenderme de
los que me molestaban. En 1979, se prohibieron las loncheras de metal porque se
consideraban armas peligrosas en las manos de delincuentes.
También escribí una canción
llamada “Get your Gunn”. El título lleva dos enes porque la canción es una
reacción al asesinato del Dr. David Gunn, quien fue asesinado en Florida por
activistas pro-vida mientras yo vivía ahí. Esa fue la más grande hipocresía que
atestigüé de niño: que estas personas mataron a alguien en el nombre de ser “pro-vida”.
Los mensajes en cierto grado
positivos de estas canciones son los que los sensacionalistas usualmente
malinterpretan como promotores de las cosas mismas que estoy censurando. Ahora,
todos están pensando como pueden prevenirse cosas como las de Littleton. ¿Cómo
se previene el SIDA, la guerra mundial, la depresión, los accidentes automovilísticos?
Vivimos en un país libre, pero con esa libertad viene una carga de
responsabilidad personal. En lugar de enseñar a un niño lo que es moral e
inmoral, bueno y malo; podemos, primero que nada, establecer cuales son las
leyes que nos gobiernan. Siempre puedes escapar del infierno no creyendo en él,
pero no puedes escapar de la muerte y no puedes escapar de la prisión.
No es sorpresa que los niños
estén creciendo más cínicos, pues tienen mucha información frente a ellos. Pueden
ver que están viviendo en un mundo que está hecho de mentiras. En el pasado,
existía la idea de que podías huir y comenzar algo mejor, pero ahora América se
ha convertido en una gran plaza, y debido al Internet y a toda la tecnología
que tenemos no hay a donde correr. La gente es igual en todos lados. A veces la
música, las películas y los libros son las únicas cosas que nos dejan sentir
que alguien más se siente como nosotros. Siempre he intentado hacerle saber a
la gente que está bien, o incluso mejor, si no te integras al programa. Usa tu
imaginación, si un geek de Ohio puede
convertirse en alguien, ¿por qué no podría cualquiera con voluntad y
creatividad?
Decidí no participar en el frenesí
mediático para defenderme, a pesar de que me rogaban aparecer en cada uno de
los programas de TV que existen. No quise contribuir con esos reporteros busca-fama
y oportunistas que buscan llenar sus iglesias o ser electos gracias a sus
acusaciones santurronas. ¿Quieren culpar al entretenimiento? ¿Acaso no es la
religión el primer entretenimiento verdadero? Gente en disfraces que canta
canciones y dedica sus vidas al fanatismo eterno. Todos estarán de acuerdo que
nada fue más entretenido que Clinton disparando su verga y luego sus bombas en auténtica
forma política. Y las noticias… eso es obvio. ¿Así que el culpable es el
entretenimiento? Me gustaría que los comentaristas de los medios se preguntaran
a sí mismos, por qué su cobertura del evento fue un entretenimiento de lo más
grotesco que cualquiera de nosotros haya visto.
Creo que la Asociación Nacional
del Rifle (NRA) es demasiado poderosa para ser atacada, por lo que la mayoría
de la gente escoge Doom, The Basketball Diaries o a un servidor.
Este tipo de controversia no me ayuda a vender discos o boletos, y no quisiera
que lo hiciera. Soy un artista controversial, uno que se atreve a dar una opinión
y se molesta en crear música y videos que desafíen las ideas de la gente en un
mundo diluido y hueco. En mi trabajo examino la América en la que vivimos,
y siempre he intentado mostrar a la gente que el demonio al que culpamos de
nuestras atrocidades es realmente cada uno de nosotros. Así que no esperen que
el fin del mundo llegue inadvertidamente un día. Ha venido sucediendo cada día
desde hace mucho tiempo.
MARILYN MANSON
(28 de Mayo de 1999)
Original en inglés: "Columbine: Whose Fault Is It"